Esperanza de vida de la Pyme en Argentina

Cuando el naturalista inglés Charles Darwin desarrolló en el siglo XIX su famosa teoría sobre la “selección natural de las especies”, quiso demostrar que se trataba de un proceso por el cual los efectos ambientales (falta de recursos, cambios geológicos, llegada de nuevas especies) conducían a un grado variable de éxito reproductivo entre los seres vivos.
Hoy, salvando las distancias y obviando el fin reproductivo, a las pequeñas y medianas empresas de todo el mundo les pasa algo similar, donde su éxito o fracaso en materia de perdurabilidad se mide en gran medida por su mayor o menor acceso a los recursos (principalmente financiamiento), por cambios no deseados en las reglamentaciones y por la llegada de nuevos competidores. Y también, por una cuestión que a la larga resulta fundamental: por el management y su capacidad de evolucionar en un contexto hostil. Además, por la necesidad de enfrentar exitosamente los desafíos, amenazas y oportunidades que le plantea el entorno económico.

Sin embargo, para las Pyme esta “selección natural” es feroz: las estadísticas muestran que en el mundo son muy pocas las que superan los primeros años de vida. En la Argentina, después de un periodo de 5 años ya desapareció el 97% de las empresas que se habían creado (el 93% desaparece durante el primer año de vida). En tanto, en España es el 80% que quiebra en ese mismo período, aunque el 70% ya lo hizo durante los primeros tres años. En los Estados Unidos, la esperanza de vida de las Pyme es mayor (las estadísticas muestran que sólo el 53% desaparece antes del quinto año), pero el promedio de vida es de seis años.

Las causas de la mortalidad de las Pyme entre otras son:
¤Falta de acceso al financiamiento: la facilidad de acceso al crédito está directamente relacionada con la edad de la empresa. De acuerdo con un análisis llevado adelante por el Observatorio Pyme, la tasa de rechazo de una solicitud de crédito bancario es mayor cuanto más joven es la empresa.
¤Alta tasa de Impuestos: el cumplir con las elevadas tasas de impuestos desde el momento de su creación es una de las principales causas de su tasa de mortalidad, así como de su alto índice de informalidad.
¤Mala Gestión: Según la Asociación Argentina para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa, “en el 97% de los casos, el fracaso se debe a una mala gestión. El éxito de una micro, pequeña o mediana empresa está fuertemente condicionado por los conocimientos de su dueño”. Si bien un empresario Pyme no debe saber de todo, “debe entender de todo”.
¤No implementación del management: que trae como consecuencia el cometer errores o fallas:
* Fallas en el área de control de gestión: implica que no se conozca debidamente el estado financiero de la empresa, de sus inventarios, de sus pasivos y manejo inadecuado de los créditos y las cobranzas.
* Fallas en el área de comercialización: no contar con un buen servicio de atención al cliente, no tener en cuenta sus preferencias ni sus reclamos, no hacer un estudio de mercado para conocer el perfil del cliente potencial.
* Fallas en el área de planificación: carecer de un plan de negocios y falta de estudios de preinversión.
* Fallas en el área de recursos humanos deficiencias en las políticas de manejo del personal, resistencia al cambio y a contratar a consultores externos, mala selección de socios, pobre gestión de riesgos, poca cultura empresarial.
* Fallas en el área de producción tales como baja calidad del producto comercializado, mal manejo de la provisión de insumos, altos niveles de desperdicio y despilfarro, error en el cálculo del punto de equilibrio.

En los últimos tiempos, el empresario argentino le tocó afrontar el peor de los escenarios económicos, donde los pequeños y medianos emprendedores no permanecieron al margen. Hoy para quien se inicia en un emprendimiento suena desalentador comprobar la cantidad de complicaciones y de trabas que surgen. En los primeros años de vida de una empresa, también vale la pena tener en cuenta que, a la larga, una Pyme es exitosa no solamente porque logró sortear todos estos obstáculos, sino porque el mismo hecho de eludirlos la obligó a crecer y a convertirse en una gran firma. Además, muchas veces el fracaso precede al éxito como condición necesaria para avanzar a través de un mecanismo de prueba y error. Si no, vale la pena detenerse en el ejemplo de los hermanos Richard y Maurice McDonald, que tuvieron que atravesar un total de 17 quiebras antes de acertar y fundar la mayor cadena mundial de restaurantes de comidas rápidas.

Por El Inspector

Fuente: Infobae